Luego de un acertado inicio vemos como se van desenvolviendo los personajes entre sí, algo que resulta nuevo para el espectador por estar comenzando a ver la serie, pero las actitudes son de personas que ya han compartido bastante tiempo juntas y se toman la libertad de tener ciertas actitudes entre ellas.
Conforme avanza el episodio nos damos cuenta de la mentalidad egocéntrica de estos personajes. Hannah es la más evidente en demostrar que verdaderamente piensa que es el centro del mundo. No lo hace conscientemente y sus amigas no le dicen nada por tener actitudes muy parecidas, cada una en su propio estilo. Pero la realidad le llega cuando hace una broma fuera de lugar a la hora de su entrevista de trabajo. Sin dudarlo, el hombre la despacha diciéndole que no es bueno que ese tipo de comentarios se hagan en la oficina.
Esto y sus "reflexiones" en voz alta con respecto al aborto, son parte de una mentalidad bastante colectiva real que aun no estoy muy seguro si serán pensamientos no intencionales o de simple diversión para Lena Dunham (no olvidemos que ella vuelve a escribir y dirigir el episodio).
Curiosamente las escenas están escritas de manera que lleguen a causar gracia, una sonrisa por lo menos, cosa que le recuerda al espectador que es solamente tele y no algo que pueda perjudicar a la sociedad permanentemente. Se demuestra sobretodo en la divertida obsesión de Hannah con "Enfermedades que provienen al no usar condón por un segundo" y "lo que se levanta alrededor de los lados de los condones", lo que lleva a tener un diálogo inteligente y a la vez humorístico en los minutos finales; Hannah decide hacerse una prueba para descartar el tener una enfermedad de transmisión sexual (esto luego del terrible pero divertido inicio coital con Adam), la doctora le habla con toda la claridad del mundo y le hace ciertas preguntas, pero ella sólo se escucha a sí misma, así la doctora no tiene más remedio que rendirse en explicar cualquier cosa y quedarse callada; no sin antes decir: "No me pagarían suficiente por volver a tener 24". A lo que Hannah responde: "Pues a mi no me pagan del todo."
Es esa escena y la manera en que está escrita, es lo que hace este episodio mejor que el primero. De nuevo vemos situaciones nada extraordinarias ni desconocidas, pero vistas desde esta singular perspectiva de Dunham (incluso con las posiciones de la cámara). Como dice un amigo bloguero: es la huella de su ojo.
El final me tomó desprevenido y de inmediato, cualquiera que fuese la razón, quise volverlo a ver. Si un programa deja ese "sabor"-sea bueno o malo- luego de visto; eso, mis amigos, es buena televisión.