martes, 16 de diciembre de 2014

The Newsroom: tercera -y úlitma- temporada

La colección de montañas rusas que había sido The Newsroom, sus puntos altos y bajos, sus ridículos personajes, sus monólogos y aberrantes declaraciones pueden ser olvidadas.
Los últimos dos minutos del último episodio de toda la serie, "What Kind of Day Has It Been", demostraron todo lo que pudo haber sido, todo lo que pudo haber conseguido y hecho bien: el seguir, en las buenas y en las malas, al grupo de periodistas que trabajaban para producir las noticias de las nueve. Durante dos -solo dos- muy bien construidos y entretenidos episodios de su última temproada, The Newsroom llegó a ser algo decente, con vida propia y de diálogos que valía la pena ver, aunque siempre parecidos a un sermón condescendiente. 
Pero quiso ser más que eso. The Newsroom fue y no fue, porque con cada buen movimiento que hacía, tres malos lo borraban con cada nueva escena que pasaba. Personajes, historias y diálogos estuvieron bajo una sola voz que creyó estar segura de todo lo que ponía en papel para ser dicho frente a las cámaras, un creador que decidió no escuchar consejos o críticas de lo que hacía mal o, en todo caso, de lo que hacía bien: Aaron Sorkin.
La necesidad de darle esos monólogos condescendientes y prepotentes a todos y cada uno de sus personajes hizo torcer los ojos más de una vez, pero ¡qué entretenidos que podían llegar a ser! Una rapidez y cuidadosa elección de palabras que jamás se vería en la vida real; un fácil enganche para hacer de las historias algo más que una crítica a los noticieros sobre cómo tenían que infromar a los televidentes los sucesos de importancia. Tal vez el error de Sorkin fue moldear personajes e historias donde solo existiera el bien y el mal, donde generalmente los hombres -blancos- tienen la razón y las decisiones o explicaciones finales, a pesar de contar con importantes voces femeninas (claro, siempre de diálogos sorkinianos).
Tal vez el error de Sorkin fue intentar intervenir en temas que no debían ser tocados (una aberrante y perversa conversación sobre la violación de una chica que no está en desacuerdo de enfrentar a su atacante en televisión, por ejemplo).
Pero es que, ante todo y a excepción de los dos primeros, los episodios de esta última temporada fueron un completo desastre narrativo. Cada acción salía de la nada y las relaciones de pareja no resultaron creíbles o desarrolladas orgánicamente. Lo que dejó una evidente aceleración de acontecimientos para un final apenas aceptable.
Solo Sorkin sabe qué rayos quería decir o lograr al crear The Newsroom; no creo que haya pensado en la cantidad de artículos que se dedicarían a sobreanalizar escenas específicas que él escribió, pero si la idea era solamente que se hablara de su serie, lo consiguió. 
Dijo Emily Nussbaum (The New Yorker) que al intentar analizar una serie de Aaron Sorkin, uno mismo se convierte en uno de sus personajes y comienza a hablar (escribir) muy rápido y convencido de saber qué es lo realmente correcto. Y heme aquí trayendo abajo una serie que disfruté hasta el final pero porque sus fallas la hacían interesante de ver y analizar, y monologando sobre lo que creo que es mejor o peor, mientras me pregunto si, tal vez, criticamos porque todos tenemos algo de lo pretencioso que estos personajes mostraron hasta el último momento que estuvieron en pantalla.

3 comentarios:

  1. Dos preguntas:

    1 ¿cómo haces para ver tantas teleseries? ¿Es tu trabajo?
    2 ¿No te gusta visitar otros blogs que nunca te leo en otros blogs?

    ResponderEliminar
  2. Tengo nueva entrada en mi blog, se titula:
    "¿Recuerdan la película "Alien, el octavo pasajero"?: ellos ganaron, es la película que no se ha hecho."
    http://escueladelaninapochita.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  3. Señor, le dejé este comentario en el blog La huella del ojo. Dice así:

    Tiene usted razón mi estimado don Sergio: es un rojo o mil colones, pero no es mil rojos.
    Gracias por leer mi comentario.

    ResponderEliminar

Discusiones Interesantes